La policía inglesa alerta sobre la mutilación genital femenina

La Policía Metropolitana de Londres ha comunicado que ofrecerá una recompensa de 20.000 libras por información que pueda llevar a la justicia a personas que hayan participado en cicuncisiones femeninas. El comunicado se enmarca dentro de la campaña estival, porque es durante el verano cuando las niñas -sobre todo por comunidades africanas- tienen más riesgo.

La mayoría de los padres las envían a sus países de origen -de modo que cuando vuelven al colegio en septiembre ya se han recuperado de la brutal intervención-. Pero ahora se está empezando a practicar también en el propio Reino Unido.

Aproximadamente se piensa que hay 7.000 niñas en el Reino Unido en peligro de ser mutiladas de esta forma. Para frenar el fenómeno, se aprobó en 2003 un ley que prohibía el procedimiento, pero también criminalizaba (¡!, dice la BBC, si te parece les va a aplaudir) a quien mandaba a un niño al extranjero para que se llevaba a cabo la mutilación.

«Se hace a escondidas«, dijo Alastair Jeffrey, el jefe del Comando Operativo de Investigación de Abusos a Menores, cuando anunció la recompensa. «Y por eso es tan difícil de descubrir. Es abuso a menores. [Esta medida] no es un ataque a la cultura de nadie, si no un ataque a cualquiera que comete este horrendo ataque sobre los menores«.

La medida se produce al mismo tiempo que Egipto ha prohibido la circuncisión -país en el que más del 90% de las niñas son sometidas a esta brutalidad-, después de la muerte de una niña de 12 años hace unas semanas. Sin embargo, incluso las madres consideran que es beneficioso para las niñas, porque «aunque las afecte psicológicamente, después va a estar mucho más tranquilas y felices por ello«. «Después [de la mutilación], la chica se sienta en agua caliente y todo está correcto«. «Además, así después se van a poder casar«. 

De acuerdo con la página de información sobre la mutilación genital femenina, existen tres tipos:

1. tipo 1: circuncisión de la Suna: llamada así porque se refiere a una tradición enseñada por Mahoma. En este caso, se le corta el prepucio y puede conllevar también la excisión de parte o de todo el clítoris. Se practica en Egipto, Etiopía, Somalia y Tanzania en la parte Este de África, y de Sierra Leona a Mauritania, y en todos los países de la zona central entre ambos, incluída Nigeria, el país más poblado. También en ciertas zonas del Oriente Medio, como Omán, Yemen, Arabia Saudí y los Emiratos Árabes Unidos.
2. tipo 2: clitoridectomía: consiste en la extracción del clítoris y de los labios mayores y menores. Normalmente tiene lugar en los países en los que la infibulación ha sido prohibida. Fue iniciada en Sudán por las viudas de mediana edad, cuando la legislación británica prohibía la infibulación.
3. tipo 3: infibulación: es la 2 pero,además, a la mujer se le cose con hilo los dos lados de la vagina, asegurándose después con espinas, u otros materiales. Se le deja una abertura pequeña para que pase la orina y la sangre menstrual. Cuando vaya a mantener relaciones sexuales en la noche de bodas, se le debe abrir y luego se le volverá a coser para asegurar la fidelidad a su marido. Se practica en Somalia y donde viven los de la étnia somalí (Etiopía, Kenia y Djibouti), así como en el Valle del Nilo, incluído el Sur de Egipto, y a lo largo de la Costa del Mar Rojo.

Normalmente, se practica en condiciones sanitarias muy deficientes. Para ello, se usan instrumentos cortantes sin lavar, como cuchillas de afeitar, tijeras, cuchillos de cocina y trozos de cristal. Los instrumentos no se usan sólo en una chica, si no que normalmente se van a usar en varias chicas seguidas, lavándoles muy raramente, lo que hace que la circuncisión femenina sea además, la razón de la transmisión de muchas enfermedades, como el SIDA. No se usan técnicas de anestesia y de asepsia.

Si hay una mujer que se ha convertido en el símbolo de la lucha contra la mutilación genital femenina es la supermodelo etíope Waris Dirie (derecha). Con sólo cinco años, su madre la sujetó a un roca ayudada por otra amiga y le cortó parte de los genitales con una cuchilla de afeitar.

Waris Dirie sobrevivió el dolor horrible y el trauma de la mutilación. Pero a la edad de 13 años se escapó de casa, cuando descubrió que habían acordado su matrimonio con un hombre de 60 años que pagó 5 camellos por ella. Vivió con un tío suyo en Addis Abeba y luego viajó con él también a Londres cuando le hicieron embajador. Desde 1997 es la Embajadora Especial de la ONU para la eliminación de la mutilación genital femenina. Según ella, lo peor es el silencio en este tema. «Debe mantenerse en los periódicos, debe hablarse de esto -porque es la única manera de que la gente puede ayudar y que sepa lo que está pasando. Porque mucha gente no sabe ni siquiera que está pasando. Pero pasa«.

[Lo sé, es horrible…  Es duro sólo leerlo. Ni me imagino el dolor y la humillación de las pobres niñas después de pasar por este trance. Y aún más si es tu madre la que te lo practica].